Uno de los mayores placeres que se pueden permitir en una ciudad extranjera es el de una buena comida en un sitio normal y tranquilo, a la luz de las velas. Aunque, claro, si estamos hablando de un viaje a Japón, por ejemplo, es posible que te cueste encontrar un sitio normal. ¿Y qué? ¿Por qué no pasar el mejor rato de tu vida mientras disfrutas de algunos de los platos más deliciosos del lugar? ¡Prepárate para jugar con la comida con los 10 restaurantes más raros del mundo! A ver con qué cara vuelves al McDonald’s después de esto…
10-Dinner in the Sky (Bruselas)
Si a un restaurante le pides algo más que cuatro paredes y un suelo, entonces este es el tipo de sitio al que quieres ir para una deliciosa comida. Deja que te suban a 45 metros de altura y mira el mundo desde otra perspectiva. De hecho, si no quieres viajar hasta Bruselas, el restaurante puede venir a ti por el módico precio de 12.500 euros y hacerte disfrutar de una comida por todo lo alto. Ah, se nos olvidaba: En el centro de la mesa, aún en el aire, hay dos camareros preparando bebidas en el único suelo que se puede tocar en la plataforma (los comensales tienen los pies en el aire). Eso sí, no esperes hablar demasiado con quien tengas al lado a esas alturas… Por cierto, hace poco hubo una experiencia en Barcelona. ¿Te la perdiste?
9-Pitch Black (Varios lugares)
La idea comenzó en Zurich, en 1999, cuando un clérigo ciego pensó, al saber que algunos invitados se ponían vendas en los ojos en solidaridad con él, que sería buena idea abrir un restaurante… a ciegas. Hoy por hoy existen docenas de estaurantes así: En Berlín (donde hay seminarios, bandas de jazz y monólogos en la completa oscuridad), Nueva York (donde el sitio está iluminado, pero se llevan vendas) o Tel Aviv (donde hay una compañía de actores sordos y ciegos que te harán una de las cenas más curiosas del mundo). Además, podrás verlos en Londres, Moscú, París o Praga, entre muchos otros lugares.
8-Modern Toilet (Taipei)
Modern Toilet es exactamente lo que parece: Un restaurante en Taiwan cuyo tema es… el retrete. No solo los clientes (¡los más de cien que caben!) se sentarán en un retrete para comer, sino que la comida se parece a… bueno… cierta cosa que acaba siempre en el cuarto de baño. Eks.
7-Cat Cafés (Tokyo)
Viajamos por primera, pero no última, vez a Tokyo, donde en este caso tendremos que elegir no la comida, sino el gato. ¡No, no para comérnoslo… sino para que nos acompañe! En Tokyo hay más de cincuenta lugares donde los amantes de los gatos pueden tomarse un café mientras están al lado de un felino, ya que muchos japoneses no pueden permitirse tener una mascota y deben conformarse con ver a los gatos en el café. En algunos de estos cafés no se puede tocar al gato, pero en otro puedes abrazarle tanto como se deje. Por cierto, si vais a Tokyo aprovechad para tomaros algo allí ahora, ya que es posible que cierren todos dentro de poco por una nueva ley.
6-A380 In-Flight Kitchen (Taipei)
Porque, ya sabes, a veces cuando llegas a un sitio piensas “¿Por qué no puedo comer más de esa deliciosamente recalentada comida de avión? ¡Oh, cuánta variedad! ¡Ojalá solo pudiera comer un par de cosas a un precio exagerado!”. Pues para eso existe en Taiwan el A380 In-Flight Kitchen, decorado como un avión (con sus compartimentos para maletas, ventanas falsas y camareras vestidas como azafatas). Tristemente, los pasajeros pueden elegir entre un amplio menú. ¡A eso se le llama romper por completo la experiencia!
5-Ninja (Tokyo / Nueva York)
Puedes irte a Nueva York o a Tokyo a disfrutar de un restaurante ninja, tan caro como original. Primero entras por un camino secreto donde los ninjas se esconden en la oscuridad, solo para ser llevados a una especie de mazmorra donde comeréis mientras los camareros ninja realizan trucos de magia que llevan a la comida. ¿Caro? Sí. Pero dicen que vale cada céntimo. ¡Restaurante no jutsu!
4-Rising Sun (Nanjing, China)
Uf, qué mundo este, ¿eh? ¿Cuántas veces habéis acabado queriendo destrozar lo que pilleis por el camino, zurrar a desconocidos y gritar como si no hubiera mañana? Normalmente esto parece ciencia ficción, pero para derrumbar el mito está el Rising Sun, un bar donde podrás pagar algo más para pegar a los camareros, romper vasos y gritar. Los camareros, claro, irán vestidos con refuerzos y gomaespuma. Desde luego, al salir de ese trabajo seguro que lo que quieres es… entrar a tomarte la revancha.
3-Dick’s Last Resort (EEUU)
Más de 13 restaurantes abiertos en Estados Unidos, está claro que, mientras que unos en China quieren pegar a la gente, otros en EEUU quieren ser humillados de forma cruel, ya sea poniéndoles gorros de papel en la cabeza con frases que se ríen de ellos, siendo tratados mal o ridiculizados por los camareros. ¿Que por qué alguien va a querer ser humillado así mientras cena? ¡Que se lo pregunten a Dick y sus trece restaurantes!
2-Alcatraz ER (Tokyo)
Se podría llenar cuatro listas como esta solo de restaurantes en Tokyo. Este, en particular, es un restaurante temático a caballo entre una prisión, un hospital y una mazmorra medieval que es digno de contar. Para empezar, debes decir tu tipo de sangre al entrar. Después, unas enfermeras te esposarán y te llevarán a tu celda particular, donde te servirán cocktails en tubos de ensayo, y comida en las bandejas que los cirujanos usan durante las operaciones. De tanto en cuando, un lunático con máscara de Jason Voorhees escapará y te aterrorizará mientras cenas, incluyendo azotes en el culo. En otros restaurantes similares de Tokyo se sirven cosas como la “Ruleta Rusa de sushi”, un plato en el que una de las piezas de sushi está rellena de… wasabi. Yeks.
1-Kagaya (Tokyo)
Apodado como el lugar más loco de Tokyo (y eso tiene su mérito), el Kagaya es conocido por la locura de su dueño, que aparece presentando el menú con un show de marionetas y sirve la comida vestido como una rana o con otros extraños disfraces. Ah, y ya que está, gritará, saltará, se hará el loco y te asustará más de lo que crees. Entre otros menús, puedes escoger el de “Hey, tío, ¿sabes que? Hoy me siento libre. Trae algo que me haga decir “wow”, déjame alucinado. ¡Ya sabes de lo que hablo!”. Tal cual. Ah, y tienes que pedirlo cantando. Después de pagar, el dueño vendrá vestido de rana a cantarte una canción de despedida. Hace falta verlo para creerlo.
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